Una cucharada más a este saco de cosas que se quedaron por hacer. Otro golpe, otra puñalada a traición, otra mentira y el insulso otoño más allá de mis sueños.
Creer que nada ha cambiado cuando mi alrededor se desgarra y se hace pedazos. Miro el reloj, las horas no avanzan. Trato de llenar mis instantes con algo más que silencio pero ya nada me emociona. Parálisis cerebral, insomnio posttraumático y estado de stand-by.
Vodka y recuerdos. Más dolor, más invierno, menos calor y más hielo.
Otra ruptura. Otro sueño que estalla en mil trocitos de cielo. Las nubes cubren al sol que se apaga y todo se vuelve negro. Llueve. La tormenta golpea a ráfagas las ventanas de mi dormitorio mientras yo me acurruco un poco más debajo de la manta.
¿Vienes a arrancar la soledad de mis sueños? ¿Vienes a hacerme creer que fuera no está lloviendo? Lo oigo, lo siento, el miedo está creciendo. Y, entonces, poco a poco mi corazón se apaga. Como cuando pulsas el botón off en un aparato electrónico sólo que, en este caso, volverlo a encender es más complicado.
Más vodka, más hielo y en el fondo del vaso. . .RECUERDOS.
Y que decir, que escribes como nadie. Desde la primera palabra hasta la última, incluidas las comas y los puntos y seguido. Todo. Agarra y no suelta.
ResponderEliminarUn gran texto señorita.
:)
Ciao Camp!
Gracias cielo. Siempre da gusto que te digan cosas de este tipo porque animan y ayudan a seguir adelante.
ResponderEliminarUn beso Wend!