28 de julio de 2015

Es tiempo de valientes

Esta mañana, al abrir la ventana, todo parecía distinto. Las calles de la ciudad seguían siendo las mismas, las montañas que se dibujaban al fondo del paisaje que observaba desde mi dormitorio no habían cambiado tampoco. Era una sensación extraña la que me invadía por dentro. Me sentía diferente, por algún motivo extraño era yo la que había cambiado.

Respiré hondo y cerré los ojos. Escuché la melodía de fondo de mi reproductor y me dejé llevar. Al momento estaba levantada de la silla, recorriendo mi pequeño rincón bailando, tarareando la letra de aquella conocida canción. Me sentía feliz, pletórica incluso. Es sorprendente como ciertos momentos te hacen cambiar la mentalidad. Empecé a darme cuenta de como lo que antes había sido negro tomaba un precioso tono grisáceo que, con el tiempo, se acabaría convirtiendo en un precioso verde, o rojo, o amarillo, ¡quién sabe!

¡Y qué bonita sensación!

Por primera vez en mucho tiempo me siento libre, con ganas de empezar a vivir, con ganas de aventuras, de arriesgarme, de tirarme por un precipicio y aterrizar en un agua tan clara que refleje mi interior. Tengo ganas de seguir aprendiendo de la vida, de la gente que me rodea y me ayuda a ser fuerte a pesar de toda la oscuridad que, hasta hace unos días, regía mi vida.

Dicen que los héroes son aquellos que en algún momento consiguieron convertir un imposible en algo posible. Y quizá este sea el principio que me hace falta o quizá la continuación de algo que hace tiempo dejé abandonado en un cajón del escritorio cogiendo polvo.

Vestirse corriendo, coger las llaves de casa y salir a perderse por las calles de mi ciudad con nuevas miras. Y vivir, cantando, bailando, alzando la voz en grito y demostrando a todos que, aunque el mundo se rompe en pedazos, estoy siendo valiente de empezar a reconstruir el mío.


Se acabaron las excusas. Hoy es tiempo de valientes.

27 de julio de 2015

Cambio de rumbo

Necesitaba salir de todo esto, ¿sabes? Al final se había convertido en algo enfermizo, obsesivo y altamente tóxico. Lo que en un primer momento se había mostrado como una oportunidad de cambiar las cosas ahora parece sólo un vago recuerdo de lo que pensé que sería. La ilusión inicial se ha convertido en sensaciones negativas que no quiero seguir conteniendo dentro de mí. Las personas que creí que acabarían enseñándome algo nuevo han terminado demostrando que no merecía la pena.

Supongo que he sido una ilusa. Incrédulamente he creído que el mundo está hecho para los valientes, para los que dicen la verdad aunque pueda doler, para aquellos que arriesgan aún sabiendo que pueden fallar. Pero no....esta noche ha vuelto a vencer la mentira, la prepotencia y la manipulación. Al final lo que se busca es a gente que actúe como ovejas, que vivan con miedo a expresarse para tenerlos siempre controlados. 

Y yo no soy así...Nunca he querido ser como los demás y puede que ese sea mi acierto y mi error al mismo tiempo. En mi caso, o caigo bien, o caigo mal. Es así. En mi vida parece que no existen las medias tintas. Pero poco importa ya. Quiero que me conozcan, como soy, con mis errores y mis aciertos, mis dudas y mis decisiones valientes, mis idas y venidas y mis locuras infinitas. No soy una persona fácil de llevar y lo sé, pero cuando algo me importa, de verdad, suelo dar el 200% de mí misma.

He vuelto para quedarme. Para ser la persona que siempre he debido ser. Porque no quiero seguirme ocultando en las sombras nunca más. Porque si tengo que luchar este es el momento de hacerlo y, quien quiera unirse a la lucha, quien quiera vivir a contracorriente, es Bienvenido.