15 de enero de 2013

Es cierto, es ÉL


Ahora que se ha terminado puedo contaros la verdad…

Creo que nunca he estado tan enamorada de nadie como lo he estado de él (y alomejor lo sigo estando, no lo sé). Desde el primer momento en que nos comenzamos a mirar de modo diferente supe que se convertiría en una persona especial pero, aún a día de hoy, a pesar de que se haya terminado, sigo pensando que es el hombre de mi vida y que si no es Él no será ninguno.

Podéis creer que esta es otra de mis mil historias, que siempre es lo mismo pero, por primera vez, puedo decir que esta vez es diferente. Él es diferente, siempre lo fue, y eso es lo que me volvió completamente loca por él. No buscaba agradar, no buscaba que yo le riera las gracias o que sólo fuéramos una pareja convencional, era mucho más. Era un joven de preciosos ojos verdes con un gran ingenio y un gran futuro por delante (y aún lo es).

Cuando nos dijimos adiós la primera vez, cuando nuestros caminos acabaron en países diferentes pensé que lo olvidaría pero, ni siquiera tres meses sin ver su preciosa sonrisa, consiguieron borrarlo de mi mente  ni un instante. Y aún a día de hoy, a pesar de ser yo la que le ha puesto punto final, me pregunto si podría haberlo recuperado antes de perderlo del todo.

Porque era Amor, con A mayúscula. Eran sentimientos de esos que no se necesitan describir, que sencillamente llenan y, debo reconocer, que nunca en mi vida he sido tan feliz como lo he sido con él. Él cambió mi mundo pero no del modo en que lo hicieron los otros antes, no, Él simplemente aprendió a quererme de un modo que nunca creí que fuera posible querer y yo le entregé cada instante de mi vida, cada suspiro porque le pertenecía, era suya, suya y de nadie más.

Nunca necesité otras caricias que no fueran las suyas. Nunca quise otros besos que no salieran de sus labios. Nunca deseé otros te quieros que no fueran los suyos. Nunca pedí más de lo que pudo darme porque me lo dio todo. Nunca creí que diría esto pero, ahora que no le tengo, todo lo que antes tenía sentido ya no lo tiene. No soy capaz de vivir sin él, porque no quiero querer a otra persona que no sea Él, porque no quiero otro amanecer al otro lado del mundo si no son sus ojos en los que me reflejo, si no es su sonrisa la que me ilumina el rostro, si no son sus brazos los que me hacen sentir en casa.

Y lo peor es que es Invierno. El Invierno más frío que estoy viviendo y echo de menos abrazarlo bajo las sábanas y sentirme en casa. Echo de menos que me diga esas dos palabras en los momentos más inoportunos y echo de menos todas esas cosas que no se pueden describir. Echo de menos su manía de desconcentrarme cuando quería estudiar, sus caricias sobre mi piel, los días de verano, las miradas de complicidad y esas locuras que sólo me atrevía a cometer a su lado.

Puede que la gente no lo entienda. Puede que para ellos sólo sea un tío que me destruyó pero para mí siempre será la persona a la que le entregé mi corazón sin reservas, sin importar cuando durara porque lo amaba, lo amaba por encima de todas las cosas existentes en la tierra y porque si me hubiera pedido que lo dejara todo por él lo habría hecho.

Y aunque duela. Aunque cada día sea el primero y el último de mis pensamientos a pesar de no poder tenerlo, los buenos recuerdos, esa magia que compartimos me recuerda que tuve la suerte de conocer a alguien que me demostró que todo lo que había considerado felicidad hasta ese momento ni siquiera se le acercaba a la intensidad de sentimientos que experimenté a su lado. Porque aún hoy, aún después de marcharme sin mirar atrás, daría cada respiro de lo que me queda de vida por volverlo a tener a mi lado y no importa tener que ir al fin del mundo para buscarlo porque cuando me dice que es raro con esa mirada tierna mi corazón se derrite como nunca antes lo había hecho.

Y, ¿sabéis por qué sé que es el Hombre de mi Vida? Porque cuando miro hacia ese futuro tan oscuro al que nos enfrentamos es la única certeza que tengo, es la razón por la cual lucho cada día para no hundirme, es el motivo por el que me levanto cada mañana aunque Él no lo sepa. Porque no soy capaz de querer a nadie como lo quiero a ÉL y porque mi vida no sería vida si Él no hubiera aparecido. Porque si tengo que esperarlo toda la vida voy a hacerlo, porque en el poco tiempo que compartimos me dio todo lo que me había faltado durante mis 20 años de vida y porque no es lo mejor que me ha pasado en los 20, si no lo mejor que me ha pasado en la vida. 

4 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=OEzRaaNLssY

    ResponderEliminar
  2. Mi niña pequeña enamorada, sabes. Te lo dije, me alegré de que fueras feliz con él, pero el dolor que vi después, que sentí ese día en el que me llamaste y me dijiste "te necesito" me jodió mucho. Porque jamás me ha gustado verte mal y verte así, me cabreó.
    Aún así, sabes que te apoyaré en todo, sobre todo si te hace feliz. Y si estás tan segura, lucha por ello. Tienes tiempo para pensar cómo, pero lucha.

    Un besito preciosa :)

    Pd: te odio por hacerme llorar... ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que más de lo que he llorado yo escribiéndolo no va a llorar nadie leyéndolo, créeme. Es duro saber que quieras a una persona para toda la vida y que esa persona no te quiere del mismo modo, que es capaz de mirarte a la cara y decirte que ya no te quiere y nunca más volverá a quererte...

      Eliminar
  3. Pues yo no he llorado, será que estoy insensible hoy o que me gustan las cosas tristes porque lo que has descrito es precioso a la par que triste, pero no sé. Al igual que no creo en los para siempre tampoco creo en los nunca y nunca se sabe que nos deparará el destino, de todas formas, sea lo que sea, tú ya has vivido algo que no todo el mundo llega a conocer. Hoy en día la gente cambia de pareja como de ropa, el amor ya no está a la orden del día y reinan las falsedades e infidelidades por doquier, pero entre todo esto es bonito ver como de repente llega alguien a tu vida que desestructura todo, que rompe tus esquemas y deja todo patas arriba. Y a veces no sale bien, pero como en todo viaje lo que importa no es el destino final, sino lo que se siente, las experiencias que se tienen y el buen sabor de boca que estas dejan. Ya sé que es una puta mierda que todo acabase con un par de lágrimas y un corazón roto, pero te ha enseñado todo lo que tú puedes llegar a sentir y quien sabe, a lo mejor un día llega otro terremoto y se vuelven a juntar cielo y tierra, eso no puedes predecirlo porque no lo has vivido. ¿Y todo esto para decirte que? Pues que te quiero y que aunque él haya decidido perderse a una mujer tan espectacular como tú, yo no la voy a dejar escapar ;)

    ResponderEliminar