12 de enero de 2011

Decisiones.

Se oye un portazo a lo lejos...

 Él se encuentra al otro lado de la puerta, enfadado, sin ganas de seguir adelante con aquella extraña historia. No puede más, está cansado de sus continuas dudas y de sus miedos a que en esas 17 semanas las cosas cambien entre ellos. Son amigos, sí, sólo eso; o quizá algo más. Aún sigue sin saber a ciencia cierta a donde conduce todo aquello.

Ella sigue parada ante la puerta intentando comprender el por qué de su marcha, aunque en el fondo realmente conoce sus razones. Solloza en silencio y se siente impotente. Siente como si todo se hubiera derrumbado después de cuatro días increíbles a su lado, o quizá más. Quizá todo empezó mucho antes...
Pero ya nada que hacer salvo tomar una decisión. Una decisión dura para ambos, pero en el fondo una decisión necesaria.

Y entonces apoyada en la puerta ella recuerda aquella conversación que tuvieron días atrás:
-Tienes miedo. Sé que estás asustada por lo que pueda pasar pero no quiero hacerte daño.
-¿Miedo yo?- había respondido ella, pero en el fondo era cierto que estaba asustada, que tenía miedo a lo que pudiera pasar y a perderle. Era su amigo, era alguien especial e importante para ella, era...simplemente era ÉL.

Y en el reproductor del móvil de ambos y como por casualidad suena la misma canción....

Y entonces ambos saben cual será el siguiente paso que deben dar. Puede que la canción lleve razón. Puede que todavía no sea tarde...

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