6 de enero de 2011

¿Amor?

Nunca se había enamorado; de hecho, no sabía que era eso de estar a tres metros sobre el cielo o qué se sentía allí, tan alto, con las manos alzadas rozando ligeramente las nubes...
Todo el mundo hablaba de ello. A las chicas se les iluminaban los ojos cuando hablaban de sus relaciones, de la última velada romántica, de lo increíblmente enamoradas que estaban y de todo ese tipo de chorradas en las que ella no creía.
El amor era algo que no existía; era un mito urbano que la gente inventó como otros muchos para obsequiarse con presentes y colmar al otro con múltiples adulaciones. El amor era sólo un sucedaneo  de los lios y el sexo; era algo surrealista, inalcanzable...Era otra tontería más a la que tenía que hacer frente...
Pero, sin embargo, parecía que todo aquello que pensaba estaba cambiando. ¿La razón? Él y su dulzura, él y sus ganas de conocerla, él y su entusiasmo; o simplemente y a secas...ÉL.
Y no paraba de preguntarse como en tan poco tiempo todo había cambiado por completo, como había pasado todo aquello sin que apenas se diera cuenta.
Pero lo cierto es que hacía mucho tiempo que no se sentía así y tenía ganas de arriesgarse con él. Sí, lo haría.

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