24 de diciembre de 2011

Gracias.

Hoy, en un día tan especial como es Nochebuena, quiero dedicarle el blog a alguien muy especial para mí.

Quiero dedicárselo a ELLA. Ella que me hace reír, que me escucha, me entiende y acepta mis rarezas. A ella que me hace más fuerte, que se tira al teléfono más de dos horas sólo para ver si estoy bien. A ella que sabe ser una amiga de verdad, que está en lo bueno y en lo malo y que es especial a su manera.

Hace un año y algo que la conocí por primera vez y, a día de hoy, puedo decir que no es sólo una amiga, es mi hermana, es mi pepito grillo, la perseverancia, la inteligencia y la cordura que a mí me falta. Desde el día que la conocí supe que sería alguien especial para mí y desde ese día no ha parado de sorprenderme.

Es cierto que a veces chocamos en cosas porque somos muy distintas, pero siempre sabemos encontrar la manera de arreglarlo todo con una sonrisa y estar más unidas incluso que antes.

A ella que comparte mi gusto por la moda, que lee revistas conmigo en el metro, que hace el bobo y que es siempre leal. A ella que merece la pena, a ella que, aunque siendo cabezota a veces, sabe cuando tiene que dar su brazo a torcer. A ella que es preciosa por fuera y por dentro. A ella que me ha enseñado que, teniendo a amigas como ella, una puede sentirse segura.

Me haces muy feliz, Ana Poyo. No sé si este tablón te emocionará o no porque sé que eres anti todas estas cosas pero es mi manera de agradecerte, no sólo tu apoyo de los últimos días, sino todo lo bueno que le has aportado a mi vida desde que llegaste a ella un mes de Septiembre de 2010. Desde ese momento no ha habido un sólo día en el que no me haya sentido afortunada de tenerte a mi lado.



Te quiero mucho, Poyito.
Hasta hacernos viejas y estar arrugadillas, lo prometo :)

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