5 de noviembre de 2011

Suma y sigue.

¡Qué diferente es todo ahora! 

Hace unos días quería olvidarse de todo, marcharse lejos y no volver nunca a aquel lugar que durante los últimos días la había hecho tan infeliz. Simplemente quería romper con su vida de golpe, borrar todos aquellos recuerdos a su lado y no tener que volver a sentirse como se había sentido (la segunda opción de su vida, el trofeo que siempre había codiciado).

Ahora todo era distinto. No se sentía la misma, eso estaba claro; pero había sido capaz de hacerle frente a las dificultades y, aunque sabía que lo echaría de menos, no estaba dispuesta a que la volviera a dañar de nuevo. Sí, es cierto que para todos los que les rodeaban sería más fácil que siguieran actuando como si todo aquello jamás hubiera sucedido, pero para ella no era así. Hacerle frente y decirle mirándole a los ojos todo lo que pensaba sobre él la había hecho fuerte, no esperaba sentirse tan autorealizada después de aquello.

Una hora y diez minutos a su lado en aquella clase sin duda no bastaban para que el enfado se disipara o quizá sí (joder! estaba echa un lío). Sabía que él se esforzaría para que las cosas volvieran a ser como antes pero, ¿realmente quería eso? ¿Realmente quería volver a lo de antes?


Seguía con su idea en la mente de romper con todo y volver a empezar, al fin y al cabo era la mejor opción que se le presentaba ahora mismo. Lo que no sabía es que, cuando uno menos lo espera, sucede algo que le vuelve a dar sentido a todo lo que, hace apenas unos minutos, no lo tenía. 

4 de noviembre de 2011

Días de lluvia.

Comer con tus mejores amigas, reír a carcajadas, las fotos, las bromas y un sin fin de momentos. Correr con una rubia bajo la lluvia mientras no para de quejarse y llegar empapadas y con prisa al metro. Hablar y hablar mientras pasamos paradas, las confesiones, las canciones con significado, eso sí, en español. Llegar tarde a clase, hacer resonar los tacones y sonreír y sonreír; que me digan que la Navidad se inventó en Matalascañas y continuar sonriendo sin importar nada más.

Puede que no te gusten los días de lluvia pero a mí, .  Son de esos días en los que te levantas de la cama tarde y decides CAMBIAR TU VIDA. 






2 de noviembre de 2011

El día que decidí cambiar mi vida.

¿Alguna vez te has levantado por la mañana y has sentido la necesidad imperante de cambiar? ¿Te has dado cuenta de que nada iba bien y necesitabas dar un giro a tu vida?

Eso es lo que me ha pasado a mí esta mañana cuando me he despertado con un regusto amargo en la boca. No es que me haya levantado con el pie izquierdo o me haya vuelto loca, he hecho análisis de los últimos meses y he comprendido que no he estado viviendo realmente mi vida sino un sucedáneo (como cuando lo hacen en los alimentos). Me he aferrado con demasiada fuerza a algo hasta desgarrarme los nudillos y la realidad me ha devuelto la bofetada aún más fuerte que la vez anterior (bienvenida al club, dirían algunos)

NECESITO UN CAMBIO y por eso esto aquí, sentada delante de esta pantalla, a las 10 de la mañana de un lugar cualquiera de la ciudad en la que vivo. ¿Sabéis? Muy pocas personas se atreven a reconocer que han tocado fondo y muchas menos a dar el paso definitivo para salir de ahí. YO QUIERO SER UNA DE ESAS PERSONAS, de esas que obtan por vivir su propia vida, que no toman el camino fácil y que encuentran la manera de volver a empezar tras darse el golpe de su vida.

Una serie de desafortunados sucesos han acaecido en mi vida en los últimos meses (demasiados diría yo). Pensaba que era feliz, que lo tenía todo pero un día me desperté y me dí cuenta de que estaba sola, que mis decisiones me habían llevado al estado emocional en el que me encontraba y que no podía culpar a nadie de aquello, me lo había buscado solita.

Así que he tomado una importante decisión: voy a tirar los malos recuerdos por el abismo del olvido, voy a enterrar el dolor bajo tierra y a reinventarme día a día. Quiero encontrar cada mañana una razón para levantarme y sonreírle al mundo.

Os iré contando cómo van mis progresos.

1 de noviembre de 2011

Bienvenidos a mi pequeño mundo personal.

Sí, os doy la bienvenida a este pequeño universo paralelo de la realidad donde plasmo mis mejores y peores momentos, mis dudas, mis sueños, mis secretos más íntimos, mis miedos y mis ilusiones, mis sentimientos, mis deseos y cada uno de mis errores. Bienvenidos a mi universo de instantes de felicidad y de silencio.

Escribir me hace sentir bien conmigo misma, en sintonía con todo lo que me rodea, en armonía con el mundo. Nunca antes me he sentido tan libre como en esos momentos en que me olvido de todo, cojo mi libreta de sueños y escribo lo primero que me viene a la mente.

¿Sabéis? Hasta ahora nunca lo había pensado pero este blog es, sin lugar a dudas, la mejor excusa para conocerme a mí misma y para expresar como me siento, para escribir todas esas cosas que a veces por miedo no me atrevo a decir.

30 de octubre de 2011

Todo cambia, dijiste.

Cuando te miro y sé que todo se acaba. Cuando sé que es el último beso, la última mirada, el último segundo a tu lado antes de que todo cambie. Una lágrima traviesa resbala por mi rostro y yo trato de cubrirla para que no me vuelvas a ver llorar.

Entonces lo haces, das un paso más y te subes a ese tren. Cuento uno, dos, tres y te giras para mirarme por última vez sabiendo que, la próxima vez que nos veamos, seremos completamente diferentes. Sabiendo que entre tú y yo nada volverá a ser lo mismo.

Y entonces lo hago, te grito que TE QUIERO porque, ¡qué más da!, de perdidos al río. ¿Y qué pasa si te quiero? ¿Tiene que ser por fuerza algo malo? Pues no, es algo que siento y punto, sin explicaciones o complicadas reglas de tres.

Te giras cuando las puertas se están cerrando para sonreírme y entonces...último recuerdo, ver como las puertas terminan de cerrarse y arranca. Entonces te veo marchar mientras no aparto la mirada de ese tren hasta que desaparece de mi vista llevándote a ti con él.

Y después.... instantes de silencio 

17 de octubre de 2011


El castillo de naipes que construimos se destruye
y YO lo hago con él...


No importa cuán equivocada esté, quiero equivocarme CONTIGO....

Quiero que me desnudes para después arroparme con la manta; quiero que me sonrías de esa manera que es sólo mía; quiero que me hagas sufrir una vez al año, pero que me quieras como a nadie los otros 364 días; quiero que me tires en la cama y me hagas cosquillas hasta que no pueda parar de reír; quiero que me digas que soy la única mujer de tu vida, que lo dejarías todo por estar conmigo y que me amas más que a cualquier otra que haya andado en el sendero pedregoso de tu vida: quiero despertarme cada mañana y saber que sigues ahí; quiero escuchar esa canción trescientas mil veces hasta que pueda cantar cada estrofa sin necesidad de melodía porque TU seas eso, mi melodía.

Quiero ser tuya, esta noche, mañana, todos los días...

Y cantarte al oído: y a mi me gustaría que vivamos para siempre y que seamos jóvenes eternamente. Qué harías si tuvieras todo el tiempo y no importara para nada si es verano o es invierno....

13 de octubre de 2011

So...

Ven. Acércate. Recuéstate en mi pecho y cierra los ojos. ¿Puedes sentirlo? ¿Puedes sentir cómo mi corazón se acompasa al ritmo de tu respiración? Ahora vuelve a abrirlos y mírame. Sonrisa, ese es el maravilloso gesto que me regalan tus labios. Y te sonrío yo también mientras te sostengo la mirada.

El tiempo corre en el minutero mientras nosotros seguimos observándonos en silencio. Nada importa ya más que la suavidad de tus manos en mi piel y la caricia del aire que entra por la rendija de la ventana entreabierta. Unas notas se oyen a lo lejos. Es una vieja canción arrugada, gastada por los años pero bella al fin y al cabo. Tan bella como la calidez de tu verde-azulada mirada pero a la vez tan melancólica como un día sin tu presencia.

Recuéstate de nuevo y juguemos a soñar juntos. Empiezo primero: quiero, quiero, quiero....y entonces me doy cuenta de que, mientras siga pudiendo perderme en tu cuerpo, no hay nada más que yo pueda querer.

2 de octubre de 2011

Octubre

¿Sabes? Estoy acostumbrada a alejar a aquellas personas a las que quiero por miedo a herirlas, por miedo de no sentirme a la altura de lo que me dan...Huyo porque tengo miedo de enamorarme y de entregarme de manera plena a alguien; pero a tí te lo di todo y no puedo olvidarlo. No es que no pueda, es que no quiero.

Quiero besarte de nuevo, sentir que nunca te has marchado, quererte y que me quieras como antaño hicimos. Quiero dejar de huir, de esconderme, de fingir que no me importas, de inventar excusas para alejarte por miedo a volver a caer otra vez, por miedo a volver a enamorarme de nuevo e irremediablemente de ti. Tengo miedo a que tengas que volver a marcharte, a volver a perderte, a quedarme de nuevo sin ti, quizá por eso sea más sencillo decirte que no te quiero, así no querrás volver a verme y, aunque me duela, evitaré caer otra vez por el precipicio.

Pero no me siento viva, no me siento viva sin ti. Siento que actúo por inercia, que me dejo llevar y que actúo como si nada de lo que vivimos importara ya, pero no es cierto, creo que aún te quiero, que si me besas puede que vuelva a sentir lo mismo y no quiera separarme.

¿Qué es difícil? Eso ya lo sé pero quiero besarte una vez más. Quiero hacerlo para saber si aún sigo sintiendo lo que creo que siento por tí. ¿Y si no? Prometo alejarme, prometo dejarte ser feliz, prometo no volver a herirte...

25 de septiembre de 2011

Sábado de otoño.

Quiero cruzar la línea contigo. Una, dos o trescientas mil veces. 

Me encantas, me excitas, me apasionas, me llevas al cielo con tus besos, me haces sentir en el infinito cuando nos perdemos en mitad de la noche, cuando los demás siguen bailando y nosotros huimos de los ojos de todos ellos para estar juntos.

Una vez más nos dejamos tentar y caemos. ¿Y después? Después como si nada, volvemos, nos reímos y seguimos bailando...

Otra noche más. Y, ¡qué bien empieza el Otoño para mí!

15 de septiembre de 2011

15.

Cierro un capítulo, comienzo una nueva historia...sería lo más sencillo, ¿no? Pero sigo luchando, sigo escribiendo retazos de algo que sigo sin saber qué es y hasta cuándo durará pero mientras lo haga seguiré escribiendo, seguiré imaginando, seguiré queriendo pasar tiempo a su lado.

¡Qué fácil se antoja escribir cuando compartes tu vida con alguien que te inspira aunque esa inspiración llegue muy de cuando en cuando!

Llevas dos meses inspirándome palabras bonitas... ¿hasta cuándo te quedarás conmigo?

11 de septiembre de 2011

Nueve.

¿Qué me quieres? Yo también te he querido, mucho, no te haces a la idea de cuanto...He luchado mil veces en una batalla de cabeza y corazón y contigo siempre vencía el último. Durante cuatro meses y a pesar de las dudas, fuiste mi todo y supiste hacerme feliz como nadie. Ahora cuando te miro, cuando te tengo cara a cara y me preguntas qué siento por ti tengo dudas. He arriesgado mucho y debido a ello he perdido demasiado. He salido dañada, herida, lastimada; he sufrido lo que no está escrito con tus palabras y, aunque sé que yo también te dañé, hay cosas que me cuesta perdonarte...

Entonces anochece en el templo de Debod y me coges de las manos, te pones cariñoso y me dices cosas que consiguen llegarme al corazón, ¿cómo después de haber estado cuatro meses sin estar juntos me sigues conociendo tanto? Y entonces te abrazo y vuelvo a sentir que solo estamos tú y yo, ¡ qué contradicción! ¿Y si te beso ahora? ¿Volverás a repetirme que no es el momento? Entonces no arriesgo, te digo que tengo prisa y me voy. No miro atrás, no vuelvo la vista, huyo porque sin duda es lo que mejor se me da hacer. Tú mismo lo has dicho, el tiempo dirá y entonces yo dejo que el tiempo siga corriendo mientras me alejo de aquel mágico lugar pensando en las últimas horas que he compartido contigo...

7 de septiembre de 2011

1 de Septiembre...

¡Qué primer día de Septiembre más bonito!, ¿no creéis? Se han acabado las vacaciones de verano, sí, pero yo sigo teniendo una razón para sonreír. Una maravillosa razón que me ha demostrado que la espera merece la pena y que cuando sabes lo que quieres, aunque se metan terceras personas de por medio,  siempre sabes encontrar el camino de regreso a tu hogar y mi hogar lo he vuelto a encontrar esta noche bajo la atenta mirada de la luna, las estrellas y el frío...

Observar en la penumbra de la habitación su cuerpo semidesnudo a mi lado, una delicia; es observar esa paz que tanto me ha faltado este último mes; es saber que está ahí y no es un sueño; es...¡el regalo más increíble que podía hacerme Septiembre!

25 de agosto de 2011

Para un gran amigo.


Hemos superado un gran bache y aún seguimos siendo grandes amigos. He sido injusta contigo a veces y te he dicho malas palabras pero tú siempre has sabido entenderme y perdonarme.
Desde que llegaste me has demostrado que eres una bellísima persona y que vales la pena. Te hablo muy enserio cuando te digo que no sé que haría sin ti en mi vida.
Gracias por escucharme, por hacerme reír y por estar ahí a las buenas y a las malas incluso cuando soy dura contigo.
Pase lo que pase siempre podrás contar con mi amistad incondicional.
Te quiero mucho.

22 de agosto de 2011

Día 22

Ya no queda nada. Es la cuenta atrás. Sólo quedan unos días para que vuelvas: uno, dos, tres, cuatro...Sí, en cuatro días volverás a poner los pies en España aunque no sé cuantos días me quedan aún para poder abrazarte.¿Sabes? Estoy contando las horas que me quedan para volver a besarte, para ver esa preciosa sonrisa que tanto me gusta y para fingir que no te he echado de menos aunque no sea cierto.

17 de agosto de 2011

¿Qué hago si....?

¿Que hago si lo único que deseo es besar sus labios y perderme en su cuerpo? ¿Qué hago si no paro de pensar en él incluso cuando trato de mantenerme ocupada? ¿Qué hago si me molesta verle con otras chicas cuando deseo ser la única en su vida? ¿Qué hago si sólo soy capaz de pensar en él cuando beso otros labios que no son los suyos? ¿Qué hago si lo único que quiero es despertarme a su lado una mañana más?